lunes, 14 de noviembre de 2016

Agresiones, desobediencia y naranjas.

Ayer 13 de Noviembre de 2016, Miguel García, el portavoz de C's en Hospitalet de Llobregat sufrió una agresión por parte de un tarado en una de las carpas que el partido tenía montadas en el mercado de Los Pajaritos.

El individuo en cuestión se acercó a la carpa increpó y escupió a las personas que allí estaban, el agredido le pidió que se marchase y fue en ese momento cuando el agresor le propinó un golpe en la cara (haciéndole caer las gafas y rompiéndoselas) y otro golpe en el costado. Como no podía ser de otra manera, tratándose de una agresión por ideología, os dejo a continuación lo que este indeseable les dijo : " CÁLLATE CABRÓN...FASCISTAS...QUE OS TENEMOS QUE MATAR".  (No me invento nada, así figura en la denuncia interpuesta).

Lo de ayer (por desgracia) no es nada nuevo. En menos de 2 años, la sede de C's de esta localidad ha sufrido 6 ataques, de los cuales 3 han sido en las últimas semanas. Pero aquí no pasa nada.

¿Y quién promueve y alimenta estas acciones? Pues personas como Gabriel Rufián (ERC) por ejemplo. Es una acusación muy grave pero a los hechos y a las pruebas me remito.

Este señor que "ejerce" como Diputado (cobrando de todos los españoles, hasta de los que desprecia profundamente), se pasa el día en RRSS. Hasta ahí su actitud es moderadamente reprochable. Sobretodo lo es porque las redes lo influencian de tal forma que su discurso político no son más que una repaso a sus tweets publicados. Ya saben eso que no hay mayor gracia, que hacerse gracia a uno mismo. Y Rufián, se quiere, se gusta y se hace gracia. Todo así, en un pack indivisible.


Es como un niño pequeño al que se le enganchan cantinelas o modas y no suelta hasta que tiene algo nuevo con lo que "jugar" o entretenerse. Lo de Franco, el Franquismo y el IBEX35 lo tuvo entretenido un largo tiempo.

 Ahora parece que está en fase de aprendizaje de colores. En concreto le ha dado la fiebre por el naranja. Todo lo ve de este color. He de admitir que, ideología a parte, es mi color favorito. Parece ser que el de Rufián también aunque lo suyo ya comienza a ser obsesivo.






Se pasa el día enviando abrazos naranjas, como quien marca una res con la firma de la ganadería. Su hierro al rojo son sus tuits. Parece como si la palabra "naranja" fuese un lenguaje en clave para con los suyos. Hasta la fecha, su táctica era marcar como favoritos los tuits. Acto seguido, sus huestes salían en busca y captura de todo aquel que disentía de su peculiar punto de vista.

El primer tuit que intercambié con él, haciéndole referencia a la facilidad con la que atribuía a Cataluña la condición de país, fue contestado (a modo de ofensa) por una de sus peculiares formas de marcar. Según su criterio, mi opción política era motivo suficiente para callarme y avergonzarme. Dejo aquí mi tuit :





Y aquí su respuesta o "marcaje":





Menuda estupidez ¿verdad? Más aún cuando yo he publicado voluntariamente mis preferencias. Quizá se pensó que estaba sacando a pasear mis vergüenzas pero lo único que me provocó fue una carcajada. Parecía celoso. ¿Quizá esperaba que lo votase a él?



Desde que tuvo la brillante idea de acuñar el término "Frente Nacional Naranja", no existe otro color en su vida o vocabulario. 



En otra ocasión, y con motivo de la "Diada de Cataluña", me salió con estas al comentar uno de sus tuits:




 
Una de las cosas que más gracia me hace de Rufián, es que da por hecho las cosas. Él ya vive en una Cataluña independiente (pese a cobrar un jugoso sueldo del estado), y sigue sus propias leyes. Es contradictorio que, mientras se supone diputado de un país al que detesta profundamente, se erija como el emisario de un mensaje que muchos aplauden pero estoy convencida que pocos entienden.




Es así como por último, lanza a diario en RRSS sus consignas contra el partido naranja. Muy poco apropiado, a mi parecer, por ser uno de los miembros de la cámara. Él no se presta a debates, lo suyo es el desprestigio y la ridiculización del contrario. Aunque no es de extrañar ante alguien que carece de discurso político y que utiliza su tiempo de audiencia no para acercar posturas, sino para hacer alarde de su ingenio y volver a repetir cosas que muchos ya leímos en 140 caracteres. Quizá sea ese también el motivo principal por el que no le vemos en un cara a cara con alguien con quien no se haya pactado previamente una victoria.

A muchos os sonará la noticia de cuando publicó su "speech" en Twitter y se lo devolvieron corregido. Sin comentarios.


Y es por todo esto, por lo que desde aquí, responsabilizo en parte al Sr.Rufián de la agresión recibida ayer por el portavoz de C's en Hospitalet. Porque cuando se representa políticamente a un sector de la población, hay que ser sereno, prudente, mantener el temple y no dejarse llevar por emociones. Sé que es muy fácil y tentador dejarse abrazar por el clamor popular que aplaude sus consignas sin filtro, que lo felicita por sus disparatadas ocurrencias y lo vitorea cada vez que lanza toda su inquina contra un partido contrario a sus ideales.

Debo añadir, Sr.Rufián, si es que lee esto, que no se trata de una disputa personal, que debería dar ejemplo y que debería centrar sus energías en hacer algo productivo. No tiene ningún sentido que cobre usted un sueldo público de un país al que detesta. Si tan enraizada lleva a Cataluña, si la siente tan suya, si sus ideales y convicciones son tan fuertes, renuncie a su cargo. Eso se llama coherencia. Su actitud actual en el Congreso es chulesca, poco adecuada y muy hipócrita. Renuncie. Sólo entonces le aplaudiré por ser consecuente porque hasta la fecha, su comportamiento me resulta insultante como española (como española que paga parte de su sueldo, cabe añadir).


La cuestión es que ayer no condenó la agresión de Hospitalet y ya va tarde. Que parece que usted y los suyos vivan anclados en el pasado, incapaces de avanzar y que sólo alimentan un odio infundado que no les corresponde generacionalmente. Yo soy un año mayor que usted y afortunadamente no viví el franquismo. ¿ Qué tal si nos preocupamos por problemas reales de la sociedad catalana y guardamos la ouija? A nadie le interesa un señor que lleva más de 40 años muerto, créame. A mi me interesa mi futuro y el de los míos. Ya va siendo hora que entierren esos cadáveres que no son más que la tabla de salvación que tienen para salir a flote ante tan pobre discurso. Le recuerdo: 2016 (y ya lo estamos acabando).

Con esto quiero decir, que espero y deseo que no quieran volver a repetir algo tan terrible como fue la Guerra Civil Española. Esa de la que tanto hablan y a la que parecen estar dispuestos a llegar. De momento, ya han conseguido enfrentar a gran parte del pueblo catalán contra sí mismo y contra el resto del país (el nuestro, España. El suyo de momento no es más que una Comunidad Autónoma).

Ayer leí que el President Puigdemont utilizaba el término catalanofobia que tanto le gusta, por el asunto del jugador del Tenerife al que supuestamente se negaron a atender en español en un centro médico de Gerona. Aún no se ha pronunciado por la agresión de Hospitalet. Según parece, al President se le escapan pequeños detalles o quizá le invadió la emoción por ser ayer un día festivo en el que celebrar el asalto y desacato a la ley.

Una cosa tengo clara, quien ejerce la desobediencia, quien desafía, quien sólo mira en una dirección y tapa, justifica o enaltece la violencia, sólo tiene un nombre. El nombre que nos dan a los que disentimos de su ideología, un nombre que podrían pronunciar en voz alta frente a un espejo y cuyo reflejo les devolvería la respuesta. Los fascistas, son ustedes.













lunes, 7 de noviembre de 2016

Mi día crítico



En las redes podemos encontrar de todo. Gente que sabe mucho, gente que no sabe nada y quien se cree que lo sabe todo (de estos últimos es asombroso la cantidad de gente que hay). Pero lo que más abunda, por desgracia, son las faltas de ortografía.
Se leen auténticas aberraciones cometidas contra la lengua. "V" que son "B" y viceversa pero sin duda, lo que más me hace sangrar las córneas es la gente que mete "H" indiscriminadamente en las palabras o se las come para merendar. Horroroso. (Con su "H" correspondiente)

Por supuesto que yo cometo alguna falta de vez en cuando, no soy perfecta, faltaría más. Aun así, procuro revisar mis textos antes de publicarlos y más de una vez (no es que sea excusa pero es que es así) el corrector me ha jugado malas pasadas como a muchos de vosotros, supongo.

¿Conocéis el dicho "Por un perro que maté, mataperros me llamaron"? Pues a continuación os paso a relatar, de una vez por todas y sin el límite de los 140 caracteres de Twitter, lo que me pasó en abril y que aún hoy me siguen recordando.

Como ya sabéis ,y sino lo sabéis en título de este blog es bastante esclarecedor, soy contraria a la independencia de Cataluña. No creo en el separatismo y me parece que algo que divide, jamás puede ser bueno. Hasta ahí, creo que es bastante respetable mi postura.
Bien, un día entro en Twitter y leo "Limpia de andaluces y murcianos (...) creo que el catalán y el aranés deberían ser únicos idiomas en CAT".

Imaginaos en ese momento lo que se me llegaron a remover las tripas. ¿Está hablando de una limpieza "étnica"? ¿Ya empezamos a menospreciar a andaluces y murcianos? He de reconocer que me prendí muy rápido (por haber entendido eso) Os pongo la foto del tweet y mi respuesta para que entendáis mejor:




Ahora viene cuando la matan. Os explico. En este caso, el acento diacrítico en la palabra "Néta" cambiaba el significado de la oración.

Néta = Nieta  "Nieta de andaluces y murcianos"
Neta = Limpia "Limpia de andaluces y murcianos"

Lo sé, una diferencia muy sutil pero oye, que por lo visto todos son doctores "cum laude" de la lengua (catalana y castellana) y aunque escriban el pretérito imperfecto (cuando escriben en español) acabado en "-ava" o digan que se "desenvolupan" muy bien, una simple tilde que me pasó por alto, me condenó de por vida como una completa y absoluta ignorante.

Pero eso no es todo. Haber pasado por alto esa tilde, me convierte en mala persona, en falangista, en alguien con un alma negra y pútrida, un ser del inframundo y hasta una prostituta (si, habéis leído bien).

Os dejo aquí algunos ejemplos de los defensores del pueblo catalán (o no) y sus mensajes de amor hacia mi persona:



("Néta d'andalusos = Limpia de andaluces"?! Gravísima manipulación de @Zooropina insultadora pro-Ciudadanos. #Basta)



(sin comentarios)


(El bilingüismo de los españolistas es de tal nivel, que confunden "néta" (nieta) con neta (limpia). Un aplauso a la falangita barcelonesa #SemosAsín)


(Burraaaaaaa, néta es "nieta" burraaaaa!!!)



(A esta chica le falta un poco mas de catalán y un poco menos de manipuladora)


(Es catalana. Sabia perfectamente lo que hacía. Intoxicar a la jauría i acosar a @socmarta)






(no se puede ser más hijo de la gran puta...)




(Ya me ha bloqueado. Una analfabeta vocacional menos para aguantar)


Y esto, amigos, es sólo una pequeña muestra de lo que durante días tuve que soportar. Yo diría que, como mínimo, es desmesurado. Debo añadir que pese a que el texto original diga :"Nieta de andaluces y murcianos, castellano-parlantes, creo que el catalán y el aranés deberían ser únicos idiomas oficiales en Cataluña" , me parece igual de despreciable. Por lo visto más vale sacar pecho para que te cuelguen la medalla de buena catalana y pisotear tus orígenes es lo de menos. La fe del converso que no es otra que la de renegar de las propias raíces (de esto sabe mucho el Sr.Gabriel Rufián).

Desde entonces, no hay discusión en Twitter con los adeptos al secesionismo en la que no saquen a pasear esta captura para (intentar) dejarme en vergüenza. Pues lo siento amigos, vergüenza, ninguna.

(Me encanta cuando me tildan, nunca mejor dicho, de "Falangita". Ahí tenéis un buen ejemplo de como me lincharon no sólo en Twitter sino en páginas de Facebook del tipo "Catalunya T'estimo" y similares.)

Puestos a ser puntillitas con los signos de puntuación, a la amiga Marta se le pasó por alto que los apóstrofes no son comas y se escriben "por arriba" y no "por abajo".


Así son y así actúan. Es tan sólo una de las tormentas a las que, como disidente, he tenido que enfrentarme. Y es que, queridos míos, un "DÍA-CRÍTICO" lo tiene cualquiera. En mi caso fueron muchos días y por un acento.


















domingo, 6 de noviembre de 2016

"Apartheid" en La Cerdaña



Recuerdo que cuando tenía unos 10 años, pasaba algún que otro verano en casa de mis tíos en el Pirineo. Allí me encontraba con las hijas de un primo de mi madre que eran de mi edad más o menos. Los días pasaban jugando, recolectando productos en el huerto, yendo a buscar flores para hacernos collares o simplemente paseando en bicicleta de aquí para allá por el pueblo o las zonas de montaña.
Aquel pueblo de poco más de 100 habitantes sólo cobraba vida en invierno con la llegada de la nieve y la apertura de las pistas de esquí próximas. Poco a poco se transformó en un lugar de segundas residencias de los asiduos a este deporte y comenzó a crecer. Se empezaron a construir grandes casas, dónde gente acaudalada de otras provincias, pasaban allí la mayor parte de los fines de semana de la temporada de esquí.
Después de un tiempo, comenzó a ser habitual que el pueblo cobrase vida pasado el invierno e incluso se construyeron adosados con piscina para la temporada de verano.
Con la construcción de todas esas nuevas viviendas, llegó también mucha gente nueva al pueblo. Nosotras estábamos encantadas, había muchos niños que no conocíamos pero con los que creímos que podríamos compartir aventuras y juegos.

He de aclarar que mis "primas" venían de Soria así que poca idea de catalán tenían. Para mí eso no era problema, en mi casa siempre se ha hablado en castellano y el catalán sólo lo usaba en el colegio o cuando alguien se dirigía a mi en esa lengua.
Un día con las bicis, nos encontramos en la plaza del pueblo con un grupo de estos nuevos niños. Nos preguntaron (en catalán) como nos llamábamos. Yo, con toda naturalidad, dije mi nombre y el de mis primas. Enseguida ellas preguntaron que qué me habían dicho, que no lo entendían. Se lo expliqué y la cosa pudo quedar allí pero enseguida esos niños se dieron cuenta de que ellas no eran catalanas. Su actitud cambió totalmente. "No ens ajuntem amb castellans, tu pots venir, elles no" (No nos juntamos con castellanos, tú puedes venir, ellas no)

En aquel momento no entendía por qué discriminaban a mis primas e incluso, con toda la inocencia propia de la edad, creí que ellos no sabían hablar en castellano y les ofrecí ser la traductora de ambos para que nos pudiésemos entender. Por lo visto no les pareció buena idea y decidieron optar por la mofa y el insulto. Supongo que mis primas pese a no entender lo que decían, si entendieron la actitud y decidimos coger nuestras bicis e irnos.
Recuerdo que una de mis primas, la menor, me decía : "Pues vaya niños más tontos, no quieren jugar con nosotras porque no hablamos catalán como tú". Yo tampoco lo entendía, jamás me había visto en una situación igual.

La cosa hubiese quedado ahí de no ser porque en días posteriores, si coincidíamos con ellos, todo eran insultos, risas e incluso piedras o escupitajos. Lo que iban a ser unas nuevas posibles amistades, se convirtió en evitar a toda costa cruzarnos con ellos.
Hubo un día, que una de las niñas que vivía al lado de nuestra casa, se acercó a nosotras mientras ayudábamos a mi tia a recolectar cosas en el huerto. Se sentó en el muro, y con un castellano con un acento catalán muy marcado, comenzó a hablar con nosotras. "Vaya, quiere ser nuestra amiga" pensé y el sentimiento que había arrastrado durante días, de incomprensión e impotencia, parecía disiparse. Nos ayudó a sacar patatas, zanahorias y luego le obsequiamos con algunas cosas para que se las llevase a su familia. Incluso estuvo con nosotras cogiendo las frambuesas que crecían en el huerto y nos pusimos hasta arriba de comer.

Antes de irse nos dijo que como le habíamos dado cosas del huerto, ella nos invitaría a su piscina. Genial.
Quedamos con ella después de comer en la puerta de entrada a su casa. Íbamos equipadas con nuestros bañadores, las toallas y con muchísimas ganas de darnos un baño en la piscina y pasar una buena tarde.
Al llegar a su puerta, la encontramos allí cabizbaja. Antes de poder preguntarle nada, nos dijo : "Mi madre no quiere que me junte con vosotras porque sois castellanas así que no podéis venir a mi piscina". Imaginaos las caras que se nos quedaron en ese momento. Enseguida, salió la madre y de muy malos modos, la hizo entrar en casa y a nosotras nos echó de allí como si fuésemos perros.

Recorrimos los pocos metros que habían de su casa a la nuestra en silencio. Ninguna de las tres tuvo la osadía de abrir la boca. Al vernos aparecer tan pronto, mi tia nos preguntó que qué pasaba. Una de mis primas (la más pequeña) se echó a llorar. Yo sentía muchas ganas también pero no lloré por pura vergüenza.

Y así es cómo viví mi primera experiencia con la discriminación por idioma. Con apenas 10 años vi como el simple hecho de que mis primas no hablasen catalán y nos comunicásemos en castellano hizo que se nos marginase, humillase y apartase del resto.
Afortunadamente para mí, jamás volví a vivir una experiencia similar en la infancia. Quizá estuve en el lugar equivocado en el momento equivocado. En un pueblo de la Cataluña profunda donde la derecha más radical pasaba los fines de semana e inculcaba a sus hijos los principios más xenófobos.

Esto sucedió a principios de los 90, no quiero ni pensar lo que vivirán muchos niños en la actualidad, donde todo se ha radicalizado tanto. Me horroriza.