lunes, 12 de diciembre de 2016

Envenenando el futuro



Un año ha tardado en salir a la luz un vídeo de una representación del asedio a Cambrils en 1640. La noticia no tendría repercusión si los protagonistas no fuesen alumnos de primaria.
Todos aquellos que niegan ante la palabra "adoctrinamiento", se ven con la inevitable obligación de justificar lo injustificable. (Dejo el enlace a continuación)

https://youtu.be/3NWIKDOHDZw

Acercándose estas fechas, que de momento celebramos pese a ser cosa de fachas, me viene a la mente una de esas batallas de control parental en contra de los juguetes bélicos. Muy bien que ya no sea común vender réplicas de pistolas o escopetas salvo en contadas excepciones.

Con la llegada de los que luchas por la igualdad de todos y todas, se atacó a los catálogos de juguetes por contener imágenes de niñas que jugaban con muñecas y cocinitas y niños que jugaban con cochecitos. Que está muy bien pero oigan, eso es cosa de cada casa, yo he jugado con los juguetes de mi hermano pese a que en los catálogos sólo salían varones con ese tipo de juegos. Y creo que he salido (medio) normal.

A lo que quiero llegar con todo esto, es que creo se le da mucha importancia a temas que con un poco de atención por parte de los padres se solventarían rápido. Y sin embargo, viendo el vídeo que comentaba al principio, no puedo evitar sentir pena por esos niños. Es como si en horario lectivo, los padres se desentendieran de lo que hacen con sus hijos. Me parece un abuso. 

Por otra parte, tengo claro que si algún padre de alguno de estos niños de Cambrils no estuviese de acuerdo con la representación, tampoco osaría a decir nada. Ya saben, por evitar el estigma, que ese niño sea marginado y que le amarguen la poca infancia que le están permitiendo tener. (Acuérdense de los casos en los que los padres han pedido más horas lectivas en español y donde la campaña de acoso y derribo ha sido terrible).

Pero pese a estar ahí, pese a tenerlo delante de las narices, niegan que exista el adoctrinamiento. Las pruebas son muy claras: unos profesores susurrándole a los niños lo que deben decir, a los que no se les remueve nada viendo como unas pobres criaturas hablan de asesinar, de pólvora, de traiciones, del enemigo español...Nada.

Aun ha habido quien me ha llamado ignorante, quien se ha excusado diciendo que qué tiene de malo enseñarles historia a unos niños. Enseñarles historia (real) está muy bien, meterles odio y mentiras con calzador, ya no tanto.

 Y digo yo, adoctrinamiento a parte, por esa regla de tres, esos niños que están tan "preparados" para conocer la "historia" de su "país" (nótese la abundancia de comillas), entonces pueden ver cine bélico del tipo "La chaqueta metálica" o "Apocalypse Now". 

Incluso creo que si hablarles de muerte y guerra de una forma tan abierta se supone positivo, ¿qué tal si les dejamos ver cine para adultos o calificado como X? Después de todo, si están preparados para hablar de matar, ¿qué más da que de una forma prematura se les enseñen las perversiones del mundo adulto? Yo lo veo igual de descabellado.

A unos niños de 6,7, 8 años, cuyo significado de la palabra "muerte" posiblemente se les escape, que no entiendan lo que significa morirse y cuya línea entre el bien y el mal es tan frágil ¿Quién tiene tan pocos escrúpulos de enseñarles esas barbaridades? (mentiras a parte).

Tengo dos sobrinos en edad escolar y ni se imaginan el poder que yo podría ejercer sobre ellos explicándoles lo que está bien y lo que no. Sería coser y cantar. Porque como niños, son inocentes y el punto de referencia que tienen son los adultos que hay a su alrededor. Todos sabemos el respeto y credibilidad que les hemos dado a nuestros profesores. Me parece una deslealtad enorme que se use así a los menores por puro interés político.

Por si esto fuera poco, ayer me topé con un vídeo de la Sra. Gispert en el Parlament explicándoles a los niños que los catalanes son los buenos y los españoles los malos. Con un guiño a las flashmobs-perfomances de cada 11-S, felicitando a los niños que habían participado en ellas y animando a los que no a que asistieran a la próxima. Lo de esta señora me parece de ser una impresentable. Aunque bueno, en Cataluña, si los impresentables volasen, no veríamos la luz del sol.

Ante todos estos ataques a la infancia, ¿Qué debemos hacer? ¿Callar para no desentonar y que no se margine a nuestros hijos/hermanos/sobrinos?  ¿Permitir que dejen sin infancia a miles de niños y despertar en ellos el odio en lugar de inculcarles valores? ¿Qué es lo que pretenden? 

Desde mi punto de vista, esto me parece una de las peores canalladas que puede hacerse. Es una falta total de respeto hacia la infancia, un asalto, una violación de derechos fundamentales.¿Qué tipo de persona tienes que ser para  dejar que inoculen veneno a tus hijos? Bajo mi punto de vista, estos niños están siendo maltratados y si nadie hace algo, nuestro futuro estará completamente envenenado.